Nicolás Maduro declaró la victoria en las elecciones â™ presidenciales del domingo en Venezuela, mientras que la oposición calificó la elección como una farsa, como antes. Los resultados predecibles â™ mostraron que Maduro habÃa ganado el 51% de los votos, mientras que su rival, el exdiplomático Edmundo González Urrutia, habÃa â™ ganado el 44%. Sin embargo, la oposición afirmó tener registros de votación que prueban lo contrario y que González es â™ el presidente electo.
Hay dos cosas que han cambiado. En primer lugar, ha habido un rechazo generalizado al reinado desastroso ♠de Maduro, incluso en áreas empobrecidas que antes eran bastiones del movimiento Chavismo que heredó. Sus residentes han tenido suficiente ♠de la catástrofe económica y humanitaria que ha dejado a un estimado de 19 millones de personas sin atención médica ♠y nutrición adecuadas. Aunque las sanciones de EE. UU. han exacerbado la crisis, su gobierno es corrupto e incompetente, asà ♠como brutal. Maduro puede culpar a la extrema derecha por las protestas y enfrentamientos actuales en las calles, pero sabe ♠que ha perdido apoyo de quienes una vez confiaba.
Lo segundo que es destacable es que mientras que Rusia, Cuba, ♠China y otros amigos antiguos felicitaron rápidamente a Maduro, varios gobiernos de izquierda en la región han adoptado una nota ♠diferente. Aunque Brasil ha sido cauteloso en los comentarios públicos, se informa que está negociando una declaración conjunta con México ♠y Colombia, exigiendo registros de votación detallados de cada área. La brecha entre las encuestas durante la carrera y el ♠resultado declarado es demasiado improbablemente grande para ignorarla.
Muchos votantes parecÃan motivados menos por un entusiasta abrazo de la oposición â™ que por un rechazo inquebrantable de Maduro. La fuerza impulsora de la coalición opositora, MarÃa Corina Machado, quien respaldó a â™ González después de ser prohibida de postularse, se llama a sà misma una liberal centrista, pero es una conservadora que â™ ha apoyado la privatización de las empresas estatales, ha prometido "enterrar el socialismo para siempre" y ha apoyado la intervención â™ extranjera para derrocar a Maduro.
Ella llamó a la aplastante victoria que afirma que su lado ganó "irreversible". Sin embargo, â™ manifestaciones masivas y simpatÃa internacional no fueron suficientes para que la oposición ganara en el pasado. Juan Guaidó se declaró â™ presidente en 2024 y fue reconocido rápidamente por EE. UU. y alrededor de 50 otros paÃses, pero fracasó en derrocar â™ a Maduro, a pesar de los esfuerzos de la administración Trump. Muchos en América Latina tienen buenas razones para ser â™ cautelosos sobre la intervención extranjera.
Casi 8 millones de venezolanos han votado con los pies desde que Maduro fue estrechamente ♠electo en 2013, y una encuesta sugirió que