La euforia sin 📈 control se convirtió en devastación para la marchista española Laura García-Caro en el Campeonato Europeo de Atletismo, cuando una celebración 📈 prematura le costó una primera medalla importante.
A cinco metros del final de la prueba de marcha femenina de 20 km 📈 en Roma, García-Caro levantó los brazos y sacó la lengua en señal de triunfo, pensando que el bronce era seguro.
Pero 📈 se sonrojó cuando la ucraniana Lyudmila Olyanovska redujo una brecha de 50 metros y la adelantó justo antes de la 📈 línea de meta.
García-Caro había estado tan confiada en una medalla que recogió una bandera española en los metros finales de 📈 la carrera, que terminó en el Stadio Olimpico. Pero no miró hacia arriba a la pantalla grande para ver que 📈 la ucraniana se acercaba. Cuando giró a su derecha cuando sintió que su rival se acercaba, dio una mirada de 📈 horror, dándose cuenta de que sus sueños de gloria habían sido destrozados repentinamente.
Para empeorar las cosas, Olyanovska cumplió una sanción 📈 de cuatro años por dopaje entre 2024 y 2024 por un resultado adverso en un análisis de muestra. "Estaba realmente 📈 cansada en la última vuelta", dijo García-Caro. "Hice lo mejor que pude".
Olyanovska, por su parte, dedicó la medalla a su 📈 país. "Es un momento muy emocional para mí", dijo. "Por supuesto, estaba cansada en el último kilómetro y los últimos 📈 metros, pero quería ganar esta medalla para mi país tanto.
"Ahora mismo hay una guerra en Ucrania. Nos entrenamos en condiciones 📈 muy difíciles, fue una preparación muy dura, pero estoy muy feliz de haber traído una medalla a casa. Eso es 📈 lo que más me empujó a terminar".