El plan político del grupo de Pedrinho para retomar el protagonismo en relación a 💶 la SAF funcionó solo parcialmente: sacar a los americanos de la 777 Partners del control de ella por vía judicial, 💶 sí; vender la empresa a la Crefisa sin mucho alarde, no.
La duda que queda es: ¿quién va a comprar al 💶 Vasco?
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Esta conversación parte de dos supuestos razonables. El primero es que 💶 ya no da más para la 777 en São Januário. La compañía tiene sus problemas para hacer frente al extranjero, 💶 incluyendo legales, pero no solo eso. No supo trabajar su imagen en Brasil y cometió malos manejos en el Vasco 💶 durante un año y medio, sobre todo en el aspecto deportivo y en el continuo cambio de piezas claves de 💶 la gestión. Con el lastre adicional de la opinión pública y el socio minoritario, la asociación civil vascaína, es improbable 💶 imaginar un vuelco que la sostenga en el mando a largo plazo.
El segundo supuesto es que la venta del 70 💶 % a un tercero tendrá que contar con el consentimiento de la asociación y los americanos — gusten o no 💶 los involucrados. Por una razón obvia: si el estado de guerra permanece instalado, con la batalla legal en curso, cualquiera 💶 que sea el comprador se enfrentará a la amenaza de perder el activo allí delante de lo que decida la 💶 Justicia brasileña. Desde allí hasta el STF, todo puede pasar. En cualquier plazo.
¿Hay interés de inversionistas en comprar al Vasco? 💶 Obviamente que lo hay. Tan pronto como la Crefisa desistió del negocio, la semana pasada, las autoridades corrieron a filtrar 💶 a la prensa que hay tres interesados. Necesitan afianzarse en el poder. Porque yo converso con intermediarios e inversionistas que 💶 conocen a otros tres, seis, nueve, si no son los mismos. El problema no es conseguir interés, porque el Vasco 💶 es un club de elite, Brasil tiene un mercado enorme en el fútbol y la inversión no llega a ser 💶 tan alta — la 777 pide US$ 120 millones por el 70%, además de las obligaciones contractuales.
El asunto es dar 💶 seguridad a ese comprador futuro.
Antes de este embrollo vascaíno, la tesis que se mantenía en el mercado brasileño era que 💶 los inversionistas hacían todo lo posible por comprar la participación mayoritaria de la SAF, más del 51%, porque así tendrían 💶 el control sobre el club y la seguridad de que no serían perjudicados por el socio minoritario, la asociación civil.
Ahora 💶 ya está claro que ni esto.
La ley es la ley, la teoría es válida, pero después de cierto punto es 💶 un juego de ficción que todo el mundo necesita </div