A pesar de las fricciones 🗝 con la mayor parte de Europa, Xi Jinping, presidente de China, proyectó un mensaje claro al final de su reciente 🗝 viaje europeo: China todavía tiene seguidores en algunas capitales europeas. La influencia de China estuvo a la vista en Belgrado 🗝 y Budapest, donde las calles estaban adornadas con banderas chinas. Durante las visitas de Xi y su esposa Peng Liyuan 🗝 a ambas ciudades, los bailarines folklóricos se presentaron en las pistas de aterrizaje y, a diferencia de la recepción discreta 🗝 que recibieron en París, los líderes de Serbia y Hungría estuvieron presentes para darles la bienvenida.
Los medios estatales chinos destacaron 🗝 la diplomacia cálida, con titulares que proclamaban el vínculo "de hierro" de China con Serbia y la "amistad dorada" con 🗝 Hungría. Ambos países, principales receptores de inversiones chinas, anunciaron actualizaciones de sus relaciones con China durante las visitas, un logro 🗝 simbólico para Xi que, según los analistas, podría desempeñar un papel en suavizar la política europea hacia China en áreas 🗝 espinosas como el comercio, la seguridad y los derechos humanos.
Pero en el resto de Europa, la recepción cálida brindada a 🗝 Xi por los líderes de Serbia y Hungría, ampliamente vistos como iliberales y amigables con Rusia, puede no ser bien 🗝 recibida, dicen los analistas, y subraya la disminución del número de capitales europeas donde Xi recibiría un recibimiento tan cálido.
Las relaciones entre China y Europa se han visto tensas por la creciente 🗝 lista de quejas económicas de la Unión Europea contra China, que podrían derivar en una guerra comercial a gran escala. 🗝 También están en juego las sospechas en toda Europa sobre las ambiciones y la influencia globales de Beijing, especialmente sobre 🗝 su apoyo a Rusia, incluida la acusación de que está suministrando partes de doble uso que ayudan al Kremlin en 🗝 su guerra contra Ucrania.
Al visitar Europa por primera vez en cinco años, Xi fue presionado sobre estos temas al principio 🗝 de la semana pasada por el presidente francés Emmanuel Macron y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der 🗝 Leyen. Ambos estarán atentos a cualquier cumbre entre Xi y el presidente ruso Vladimir Putin en China, que se espera 🗝 que ocurra pronto.
En París, Xi subrayó que China no desempeñaba ningún papel más que "contribuir a alcanzar la paz" en 🗝 Ucrania y negó que hubiera "sobrecapacidad industrial" en China que inundara el mercado europeo.
Tales tensiones se desvanecieron cuando Xi se 🗝 reunió con los líderes de Serbia y Hungría.
Sus visitas a Serbia y Hungría "envían un mensaje muy positivo a la 🗝 audiencia china de que 'tenemos amigos cercanos en Europa... Hungría y Serbia son verdaderos amigos con los que podemos hacer 🗝 negocios'," dijo Philippe Le Corre, un fellow senior en el Instituto de Política de la Sociedad de Asia en un 🗝 evento organizado por el centro al comienzo de la gira de Xi.
Pero la inclusión de esos países en su itinerario 🗝 fue "vergonzosa" para París, porque tanto Orban como Vucic asistieron al Foro de la Franja y la Ruta en Beijing 🗝 el año pasado junto a Putin, agregó Le Corre.
Las visitas de Xi a Serbia y Hungría también ayudaron a Xi 🗝 a alcanzar otro objetivo: socavar un orden mundial que, según él, está dominado por los Estados Unidos.