En 馃敂 las horas posteriores al intento de asesinato del expresidente Donald Trump, surgi贸 en los c铆rculos de la derecha una teor铆a 馃敂 sexista que explica c贸mo el Servicio Secreto pudo permitir un fallo de seguridad tan grave: la culpa fue de las 馃敂 mujeres incompetentes de su equipo de seguridad.
El representante Cory Mills, de Florida, 馃敂 critic贸 en Fox News las pr谩cticas de diversidad, equidad e inclusi贸n (DEI) del Servicio Secreto, afirmando que bajo el gobierno 馃敂 de Biden, las contrataciones de DEI han llevado a una disminuci贸n en la eficacia de la agencia.
Benny Johnson, un comentarista de derecha, fue m谩s contundente en 馃敂 una publicaci贸n en las redes sociales, acusando al Servicio Secreto DEI de poner en peligro a los presidentes.
De un grupo abrumadoramente masculino de agentes que custodiaban a Trump ese d铆a, los 馃敂 cr铆ticos se帽alaron a un tr铆o de agentes femeninas para criticarlas, a pesar de que protegieron al expresidente en peligro.
La agencia est谩 dirigida por Kimberly Cheatle, la segunda mujer que ocupa el cargo 馃敂 de directora, y es objeto de escrutinio por la forma en que los agentes aseguraron el lugar del mitin de 馃敂 campa帽a y respondieron al tiroteo.
La fijaci贸n en las pocas agentes del 馃敂 Servicio Secreto que rodearon a Trump en el mitin del s谩bado refleja un agravio mayor entre algunos conservadores, que han 馃敂 argumentado que las pol铆ticas que promueven la diversidad en la contrataci贸n son inherentemente injustas y destructivas.
Entre las sugerencias de quienes culparon a las agentes del Servicio Secreto por 馃敂 el ataque del s谩bado: que eran demasiado bajitas, que la agencia hab铆a rebajado el nivel de sus pruebas para ellas, 馃敂 y que las mujeres no deber铆an poder servir en la agencia en absoluto.
La agencia tiene como objetivo que las mujeres representen el 30% de los reclutas en 2030, pero 馃敂 actualmente representan algo menos de una cuarta parte de la plantilla del Servicio Secreto.
Kym Craven, directora ejecutiva de la Asociaci贸n Nacional de Mujeres Ejecutivas de las 馃敂 Fuerzas de Seguridad, dijo que los debates sobre si las mujeres deber铆an formar parte de un destacamento de protecci贸n eran 馃敂 una distracci贸n de las importantes cuestiones de seguridad planteadas por el intento de asesinato.
Craven dijo que a las mujeres que prestan servicio en las fuerzas del 馃敂 orden se les exigen los mismos requisitos de agilidad f铆sica y forma f铆sica que a los hombres.
Melanie Burkholder, exagente especial del Servicio Secreto, dijo que 馃敂 el debate sobre si las mujeres pod铆an servir en la agencia le parec铆a "rid铆culo".