Detrás de una fachada pintada de rojo, azul y amarillo de ♨️ principios de siglo, una joven banda de indie-pop llamada Little Guilt sube al pequeño escenario, rodeada de telones de terciopelo. ♨️ Están presentando su nuevo sencillo frente a una multitud sudorosa de veinteañeros en Mojos Bar, un sábado por la noche ♨️ en North Fremantle. Es una escena que recuerda a Berlín o incluso Austin: un montón difuso de melenas, bigotes y ♨️ cinturas, flirteo en la mesa de billar, baños comentados y conversaciones nebulosas, rodeadas de pintura descascarillada probablemente más antigua que ♨️ los propios espectadores.
Esta joven audiencia puede que no lo sepa, pero están de pie en terreno sagrado para ♨️ la música de Australia Occidental. Desde finales de la década de 1960, Mojos ha sido un campo de pruebas para ♨️ algunas de las bandas más queridas del país (y del mundo), desde los iconos locales Tame Impala, los Triffids, los ♨️ Farriss Brothers (que más tarde se convirtieron en INXS), Pond, Jebediah, Spacey Jane, John Butler, Abbe May, San Cisco y ♨️ muchos otros demasiado numerosos como para nombrarlos.
"Es una sala de bandas de verdad"”, dice James Legge, director general ♨️ de Triple-1-Three, propietaria del local de 200 plazas. "No está pulido en absoluto, tiene algunas astillas y grietas por aquí ♨️ y por allá, pero hay capas de historia en estas paredes, lo que da a Mojos su atmósfera".
Tal ♨️ vez lo aún más notable que las bandas que han tocado aquí sea la historia del propio local, su evolución ♨️ (y supervivencia) durante más de 50 años.